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Conoce a Camila Zamora: Tu experta confiable en casinos en línea y Strendus Casino en México

¿Alguna vez te has topado con esos "expertos" de casinos online que parecen invisibles, sin rostro ni historia? Yo sí, y debo confesar que al principio hasta pensé que era parte del show. Pero no, aquí sí firmo con nombre y apellido: Camila Zamora. No me escondo bajo ningún logo estándar, ni techos genéricos ni nada de eso. Soy blogger -chilanga, para más señas- enfocada de lleno en iGaming mexicano y desde hace cuatro años ando desmenuzando lo que se cuece en strendus-casino.com. Arranqué este viaje en 2021 y sí, a veces me entran dudas... ya sabes, si la gente realmente se da cuenta quién está detrás de tanto análisis. ¿Transparencia? Sin eso, ni me molesto en opinar. Es mi regla básica, punto.

Para mí, la transparencia no es solo palabra bonita: si algo no cuadra, lo digo tal cual.

Si te soy sincera, mi primer gran error fue creer que la industria de los juegos en línea era fácil de entender leyendo dos blogs gringos y ya.
Arranqué medio obsesionada leyendo tyc's (sí, lo que nadie lee, lo sé), pero así soy. No fue nada glamuroso: me piqué con los términos y condiciones hasta que acabé medio cruzada de cosas raras que ni venían al caso. Y en ese desmadre, terminé decidiendo que sería rara pero útil -hay que estudiar todo lo que se mueve aquí.
Traigo formación de Comunicación Digital por la UNAM (las noches de desvelo escribiendo ensayos sí sirven, créeme), más mil y un cursos de "mantenerse al tiro con los límites de apuestas" y entrenamientos sobre esas reglas de la SEGOB, esos documentos que nadie lee pero todos criticamos, los suelo revisar para que caiga claro qué sí aplica aquí. Entre workshops, cursos y uno que otro evento aburrido de la Asociación Mexicana de Juegos, voy agarrando maña de lo que se mueve en serio.
Sí, alguna vez casi caigo con pura frase de marketing. Por suerte, después aprendo y ya no repito el error. No digo que no me resbalé, pero ahora sí: cada guía, reseña o advertencia en strendus-casino.com pasa por mi filtro, y si algo huele raro, mejor ni le sigo.

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¿Legal o dudoso? A veces la diferencia es tan mínima que uno ni se entera... Por eso me clavo estudiando hasta el último detalle de la regulación SEGOB/DGOJ.
Me obsesionan los patrones -no los de costura, los de tragamonedas, promos, métodos de pago, y sobre todo, esos huecos en la ley que nadie pela pero afectan a quien juega en México. Me gustan las tragaperras y juegos de mesa online, me la paso cazando bonos sin depósito (los que sí funcionan, no los de puro adorno) y le meto caña a proveedores como NetEnt y Pragmatic Play -pero siempre con ojo de vecina chismosa, no de fanboy. SPEI, OXXO, transferencias, todos los métodos bancarios que de verdad usamos aquí.
La neta, a veces las reglas legales parecerían pura letra chica, pero ahí está el truco. Me fijo mucho en eso. Una vez intenté retirar por OXXO y el sistema me jugó chueco: dos días en espera. A veces, pasa. O acompañé a un lector que estaba más perdido que yo la primera vez que cobré: no fue tan rápido como prometían, pero aprendimos juntos. Todo esto me da historias de sobra, y sí, a veces me desespero, pero por eso investigo.
Mantenerse al tiro con los límites de apuestas es fundamental: si ves que el casino te complica la vida, mejor córrele.

No me guardo nada. Hay más de 80 análisis publicados: desde temas de bonos populares hasta juegos responsables que son referencia para muchos.
A veces me preguntan: ¿cuántos artículos he escrito? Uf... más de 80, y contando. Algunos son guías, otros análisis y, sí, hay varios dedicados sólo a bonos y a aprender a ponerle freno cuando hace falta.
Me invitaron a la mesa redonda "Tendencias y desafíos del iGaming en Latinoamérica" en 2023 -sí, sí, puro evento donde a ratos se siente que no dejan hablar a los de a pie- y todavía soy miembro activo de la Asociación Mexicana de Juegos y Sorteos. Pero el mejor reconocimiento viene de la banda lectora: algunos de mis artículos acabaron citados hasta en blogs de finanzas personales, nada mal para alguien que, la neta, solo quería explicar cómo no caer en trampas de casinos piratos.
Si quieres pistas, puedes checar el archivo del sitio o, si te animas, mándame un correo y te paso ejemplos. Hasta hay capturas guardadas en varios posts. Si dudas, escríbeme directo y te cuento en corto.

A veces dudo. ¿Recomiendo un casino solo por el bono? Luego me acuerdo: mi prioridad-los lectores y su seguridad. Y no me salgo de ahí.
Mi compromiso es con la honestidad editorial y con no andar tapando amistades incómodas: si tengo un deal con alguna marca, lo ves clarito señalado. Hay días en que actualizar la info sobre juego responsable es un reto-pero ni modo, es esencial. No me lo salto, aunque a veces parezca una montaña. Lo admito: algunas normativas me parecen un enredo, pero no por eso bajo la guardia con el tema de aprender a ponerle freno cuando hace falta.
Si un casino pierde licencia o ya no cumple con la dichosa ISO/IEC 27001 (esas cosas que dan hueva leer pero pesan un montón en seguridad), yo lo pongo sobre la mesa, ni modo que te dejes engañar. Las recomendaciones que ves aquí me las tomo personal, si no lo puedo comprobar, ni pierdo el tiempo en ponerlo. Si algo no me checa, lo descarto sin rollos. No voy a ponerle fichas a algo sólo porque suena bonito.

Soy chilanga de corazón (como decimos por acá), y eso me da una vista privilegiada para cachar lo que sí pega entre la banda jugadora.
Nací en CDMX, así que las mañas y costumbres de aquí me las sé, hasta las que no cuentan en las noticias. Conozco los vericuetos de la regulación (que va cambiando más de lo que uno quisiera), y sé perfectamente cuáles pagos sí pasan seguro por OXXO o transfer y cuáles solo te dejan colgado.
Entre foros, pláticas, seminarios y hasta memes, tengo mi red de contactos en la industria local y me entero cuando alguna regla se mueve. Si mañana PROFECOnos madruga con una noticia cero cool, aquí lo vas a ver primero. El contexto importa, y el contexto aquí es puro México.

Mi juego favorito... cambia seguido, la verdad. Pero cuando caigo en una slot de Lucha Libre, uff, ahí sí me gana la emoción.
No sé si es nostalgia o qué, pero hay slots mexicanas que me sacan una sonrisa-sobre todo cuando veo la lotería y pienso: 'esa sí es de casa'. Claro, siempre trato de mantener la cabeza fría, porque una cosa es emocionarse y otra salir perdiendo la tanda. Disfruto analizar los juegos, no perseguir el azar sin control, aunque acepto que hay días en que la tentación está dura.

A veces me clavo con comparativas (soy geek para eso, lo admito), o me distraigo investigando modas que... bueno, ni venían al caso.
Publico de todo: guías, comparativas, hasta chismes sobre seguridad digital. O sea, si algo se me va de las manos, igual se los cuento.
Después de escribir tanto, confieso que reviso mil veces para no dejar tonterías-pero igual, se me va alguna. Así es esto.
(Ya para este punto, seguro piensas: ¿y esta aún sigue hablando de casinos? Tranqui, falta poco).

Si tienes dudas, mándame un correo. Los leo todos, sin excepción. Así de directo.
No doy largas: los mensajes los reviso yo y si puedo ayudar, lo hago.

La verdad, los casinos son para divertirse y, sí, a veces te puedes volar con los gastos. No vayas creyendo que aquí se resuelve la quincena.
Ojo, esto es para entretenerse, no para hacerse millonario. Si ves que te clavas de más, hay que parar y pedir ayuda.
En nuestra sección especial para ponerle freno encuentras tips y redes de apoyo sin rollos.